Regrese a la Página Anterior


Estudio de las Escrituras: La Existencia Pre-Mortal


Job del Antiguo Testamento se le dijo que todos los hijos de Dios regocijaban cuando los cimientos de la tierra fueron echados. Si regocijamos, debemos haber existido antes de venir a la tierra como seres mortales.

Job 38:4-7:

  • ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes entendimiento.
  • ¿Quién dispuso sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel?
  • ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular,
  • cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?

El Antiguo Testamento enseña que después de nuestra muerte nuestro espíritu vuelva a Dios. Si vuelvamos a Dios, debemos haber existido con Dios antes de venir a la tierra.

Eclesiastés 12:7:

  • Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios, quien lo dio.

Dios le dijo al profeta Jeremías que Él lo conocía antes de su nacimiento, lo que sugiere una existencia pre-mortal.

Jeremías 1:5:

  • Antes que te formase en el vientre, te conocí; y antes que nacieses, te santifiqué; te di por profeta a las naciones.

Cuando Cristo y sus discípulos pasaron a un hombre que era ciego de nacimiento, los discípulos le preguntaron si el hombre estaba afligido porque había pecado. Es evidente que los discípulos tenían una noción de la existencia pre-mortal y nuestra habilidad pre-mortal de pecar, porque Dios no castigaría a un hombre por pecados que todavía no había cometido.

San Juan 9:1-3:

  • Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
  • Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?
  • Respondió Jesús: Ni éste pecó ni sus padres, sino que fue para que las obras de Dios se manifestasen en él.

El apóstol Pablo enseñó que Dios prometió la vida eterna a los fieles antes de que el mundo comenzó. Si los fieles no existían antes de sus nacimientos, Dios hizo la promesa con quién?

Tito 1:2:

  • En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los tiempos,

Leave a Comment


caracteres restantes



 
(Su e-mail nunca será publicado)