Hace unos meses conocí a un muchacho de otra religión, yo siempre fui miembro de la iglesia, pensé que podríamos tener los mismos valores, pero en esa relación deje a un lado mis prioridades y transgredi los límites que me había comprometido a tener con el.

Hubo mucha tristeza en mi vida, termine esa relación que fue tan breve pero dolorosa y hablé con el obispo, el me suspendio unos meses, el proceso ha sido largo y mi arrepentimiento por el pecado también ha sido sincero, sin embargo la persona sigue buscándome sin tener una razón congruente, sentimentalmente yo sentía cariño por el, pensé que darle la oportunidad de hablar conmigo sería un acto de justicia, pero él no está interesado en aclarar nada.

Se que no vale la pena y se que debo ser fuerte, pero la desilusión por todo me ha arrastrado a una auto destrucción lenta, hace poco vi contenido inapropiado en mi teléfono, pude haberlo dejado pasar pero no lo hice lovi, apesar de que sabía que me había comprometido a vivir una vida más recta y llevadera.

Yo misma seguí buscando en esta explicacita página cosas, me siento culpable, siento que me auto destruyó y sobre todo pienso que ese contenido me ha remitido a aquellos que tanto tiempo me ha costado superar, la relación inapropiado con aquel muchacho.

Me pregunto¿ habra cabida para mí nuevamente en la felicidad y hacer las cosas bien? Tengo temor a pedirle a Dios su ayuda, pienso que lo he hecho antes sin resultados rectos de mi parte.

Anónimo,



One Response to “Hace unos meses conocí a un muchacho de otra religión,…”


Pedro Cruz
2018-11-04 11:35:15


Una vida de pecado puede ser limpia y cambiarse por medio de la expiación de Jesucristo.
Hola hermana. En primer lugar, si usted le ha dicho claramente a su ex novio que usted ya no quiere volver a verlo, pero él sigue molestándole, usted debe considerar contactar a la policía. No es apropiado continuar persiguiendo a alguien cuando no ha más interese.

Con respecto a sus errores, es excelente que haya hablado con su obispo. Eso demuestra que tiene un sincero deseo de cambiar sus maneras. Es muy desafortunado que usted haya elegido ver cosas inapropiadas en su teléfono. Eso complica las cosas, ¡pero ciertamente usted no está más allá del alcance de la expiación de Cristo! Hable nuevamente con su obispo acerca de sus nuevos problemas para que él pueda continuar ayudándole a aplicar el sacrificio de Cristo en su vida.

¡Sé que a través de nuestro Salvador, puede recuperarse de sus errores! Dios le ama y quiere que sea feliz. Él ha proporcionado una manera para que pueda encontrar esa felicidad.

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