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Estudio de las Escrituras: El bautismo y el don del Espíritu Santo


El mismo Jesucristo fue bautizado para ser un ejemplo para sus seguidores. Le dijo a su primo Juan que el bautismo es esencial para “cumplir toda justicia.”

Mateo 3:13-15:

  • Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán, a Juan, para ser bautizado por él.
  • Pero Juan se lo impedía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
  • Pero respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces se lo permitió.

Cristo dio Su Evangelio a los profetas y apóstoles, enseñándoles entre otras cosas que el bautismo es necesario para la salvación. Él dio a estos hombres la responsabilidad de transmitir las enseñanzas de Cristo a todos los hijos de Dios, un ejemplo perfecto de la función de los profetas y apóstoles: recibir la palabra de Dios y luego actuar como sus voceros.

Marcos 16:15-20:

  • Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
  • El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
  • Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas;
  • tomarán serpientes en las manos y, si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos impondrán sus manos, y sanarán.
  • Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo y se sentó a la diestra de Dios.
  • Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

Cristo explicó que tanto el bautismo y el don del Espíritu Santo (es decir, el renacimiento por el agua y por el espíritu) son necesarios para entrar en el reino de Dios.

Juan 3:1-8:

  • Y había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
  • Éste vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que eres maestro que ha venido de Dios, porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces si no está Dios con él.
  • Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios.
  • Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
  • Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
  • Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
  • No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
  • El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

El apóstol Pedro enseñó los “primeros principios y ordenanzas del Evangelio”, incluyendo el arrepentimiento, el bautismo y el don del Espíritu Santo.

Hechos 2:38:

  • Y Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Pedro explicó en otra parte el mismo principio: el bautismo es necesario para la salvación del pecado.

1 Pedro 3:21:

  • El símbolo de la cual corresponde al bautismo que ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la petición de una buena conciencia ante Dios) por la resurrección de Jesucristo…

Después de que Cristo fue bautizado, el apóstol Mateo informó que se levantó fuera del agua, mostrando que Él fue bautizado por inmersión.

Mateo 3:16:

  • Y Jesús, después que fue bautizado, subió inmediatamente del agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él.

Marcos del Nuevo Testamento informó la misma cosa: después de su bautismo, Jesús Cristo salió del agua, lo que sugiere un bautismo por inmersión.

Marcos 1:9-11:

  • Y aconteció en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
  • E inmediatamente, subiendo del agua, vio abrirse los cielos y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
  • Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco.

El apóstol Juan informó que Juan el Bautista bautizó en lugares “con mucha agua.” El bautismo por aspersión no requiere “mucha agua”, lo que sugiere que los primeros cristianos fueron bautizados por inmersión.

Juan 3:23:

  • Y Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían y eran bautizados…

Cuando Felipe bautizó al eunuco, ellos bajaron al agua, que también sugiere un bautismo por inmersión, no aspersión.

Hechos 8:38:

  • Entonces mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó.

En su epístola a los Romanos, el apóstol Pablo explicó el simbolismo del bautismo. Estamos inmersos en el agua, símbolo de la sepultura de nuestras viejas costumbres pecaminosas. Cuando salimos del agua, estamos resucitando a una nueva vida como discípulo de Cristo.

Romanos 6:3-4:

  • Know ye not, that so many of us as were baptized into Jesus Christ were baptized into his death?
  • Therefore we are buried with him by baptism into death: that like as Christ was raised up from the dead by the glory of the Father, even so we also should walk in newness of life.

Pablo explicó en otra parte el mismo principio: el bautismo es como un entierro. Esto sugiere fuertemente el bautismo por inmersión.

Colosenses 2:12:

  • Sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por medio de la fe en el poder de Dios que le levantó de entre los muertos.

Además de enseñar la importancia del bautismo, el apóstol Pablo también enseñó la importancia del don del Espíritu Santo. Él dio el don del Espíritu Santo por la imposición de manos.

Hechos 19:1-6:

  • Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
  • les dijo: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
  • Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
  • Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, a saber, en Jesús el Cristo.
  • Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
  • Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.

Aparte de dar el don del Espíritu Santo por la imposición de manos, el apóstol Pablo recibió el don del Espíritu Santo de la misma manera.

Hechos 9:17-18:

  • Ananías entonces fue y entró en la casa, e imponiéndole las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
  • Y de inmediato le cayeron de los ojos como escamas, y recobró al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.

Lucas también explicó cómo se recibe el don del Espíritu Santo. Los apóstoles Pedro y Juan fueron enviados a Samaria para dar a los samaritanos el Espíritu Santo por la imposición de manos.

Hechos 8:14-17:

  • Y cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
  • quienes, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo
  • (porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús).
  • Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.

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