Entré al Santo Templo
porCuando pude escuchar por primera vez de este evangelio por boca de dos misioneros, logre sentir de inmediato como el espíritu testificaba en mi corazón que esto es y será por siempre la verdad restaurada.
Con el tiempo, a medida que adquiría un mayor conocimiento, también podía fortalecer mi testimonio. Sé que si nos dedicamos a esta obra maravillosa encontraremos tesoros eternos para el tiempo y la eternidad.
Hace unos meses, entré al santo templo de Santiago de Chile, a sellarme junto a mi padre, a mi madre y a mi hermano, sentir como las palabras del sellador nos unían por la eternidad, mediante nuestra dignidad y fidelidad. Fue maravilloso, sentir mas cerca a mi padre terrenal al otro lado del velo, y pensar en lo feliz que estaría de nos sellamos. Nuestro Padre Celestial ha creado un plan tan perfecto. Testifica de su amor.
Tuve también el privilegio de participar en el evento cultural del templo de Chile, y en su rededicación. Pude ver al profeta y sentir como las palabras inspiradoras llenaban nuestro espíritu de gozo y un mayor testimonio, haber ofrecidos aquellos bailes como una ofrenda al Señor. Aquella experiencia es única y eterna. A la mañana siguiente, sentí como las palabras de la oración dedicatoria nos volvía la bendición de entrar al santo templo, y poder trabajar en ellos. Sé también que la obra genealógica es un elemento fundamental para nuestro progreso. Ello lo que me mantuvo fiel en la iglesia hasta el día de hoy. He logrado conocer a mis familiares vivos y muertos, y hacer volver nuestros corazones.
Estudiando este año en seminario doctrinas y convenios, me ha ayudado mucho a fortalecer mi testimonio. Esta obra por mas que se le persiga jamás será destruida sino que fortalecida.
Sé con toda mi alma que Dios ha enviado de nuevo profetas a la tierra. Sé que nos ama, que bajó de los cielos, abrió el velo y restauró su evangelio para nuestra salvación. Sé que el sacerdocio fue restaurado por conducto sagrado y por la autoridad de Dios, que las llaves del templo fueron restauradas, que podemos ser familias eternas. Debemos ser dignos y esforzarnos por alcanzar la salvación.
Como dijo el profeta José Smith, “Yo sabia que había visto a Dios, y Dios lo sabia”. Yo también sé que lo vio. Como dijo una autoridad en la conferencia ante pasada, en una historia, “Es la verdad, ¿cierto? entonces, ¿que importa lo demás?